Durmiendo en un Hotel Cápsula

¡Hola, Hola, Holaaaa!

Bienvenid@ a ‘El Blog de Ángela‘, siéntete cómodo y cómo en casa 🙂

¿Qué tal te va la vida?

Espero que todo en tu universo vaya expandiéndose a tu antojo…

Hace ya unos meses, cuando publiqué mi entrada: «Desde la cima del Monte Fuji« anuncié que compartiría mi experiencia pasando una noche en un Hotel Cápsula de Tokio en el blog.

¡Ha llegado el momento!

Lamento que hayan tenido que pasar 3 meses, pero entre unas cosas y otras, esa idea se había quedado atascada en mi memoria y no terminaba de brotar.

Cómo diría una de mis abuelas ‘Más vale tarde que nunca‘ y cómo diría la otra ‘Lo bueno se hace esperar‘…

Después de buscar un poco de información, leer experiencias de otros huéspedes y valorar la cercanía a la Estación de Shinjuku, Abel y yo nos decidimos por reservar una noche en el Shinjuku Kuyakushomae Capsule Hotel. Aquí os dejo la situación exacta:

La zona en la que se encuentra situado es muy animada y tiene numerosos restaurantes y locales dónde tomar algo y disfrutar de la noche nipona.

Te contaré todas las peculiaridades que tienen este tipo de alojamientos, para que una vez allí no te pille de sorpresa. 

Si por tu mente pasaba irte a disfrutar de una noche romántica en el hotel cápsula y dormir abrazadit@ a tu pareja, lamento comunicarte que será totalmente imposible.

¿Por qué?

Pues porque las cápsulas son de uno totalmente INDIVIDUAL.

Además debes saber que hombres y mujeres están alojados en plantas diferentes. No hay habitaciones mixtas.

Si eres heterosexual además tu pareja y tú soñaréis en plantas diferentes. En el caso de que tu pareja sea del mismo sexo que el tuyo, vuestro alojamiento será en la misma planta, pero poco más.

La planta nº 8 es en la que se alojan las mujeres.

La 4ª planta es de uso mixto y en ella puedes encontrar sofás, televisión, mesas, sillas, máquinas expendedoras de comida e incluso zona de fumadores. Se puede socializar normalmente entre hombres y mujeres. Llegada la hora de dormir… cada uno a su planta.

Los servicios que ofrece el hotel son los siguientes:

  • Capsula con televisión, wifi, despertador, pijama, toallas, zapatillas y futón.
  • Taquilla individual.
  • Una gran zona común con wc, duchas, secadores, artículos de aseo e higiene personal (cepillos de dientes, cremas hidratantes, productos desmaquillantes, etc..)
  • Zona de ordenadores
  • Restaurante.
  • Periódicos de uso gratuito.
  • Recepción abierta 24 horas.

El precio de la noche por persona fueron 29,32€ y en total por los dos el coste fue de 58,64€ (seguro que los precios desde entonces han cambiado, chequéalo en su web)

El Check-in es a partir de las 16.00 horas y debes dejar el hotel cómo tarde a las 10.00 horas haciendo el pertinente Check-out. 

Algo tremendamente curioso y que debes tener en cuenta: ⬇⬇⬇

El hotel cierra entre 10 de la mañana y 4 de la tarde para hacer limpieza. Si tienes reservadas varias noches, durante ese intervalo de tiempo NO podrás estar en el hotel.

Nosotros decidimos utilizar este tipo de alojamiento el mismo día que llegamos a Tokio porque pernoctaríamos sólo una noche en la ciudad.

Al día siguiente mandaríamos las maletas por mensajería al Hotel Cross de Osaka, y nuestra segunda noche en Japón la pasaríamos subiendo el Monte Fuji, para disfrutar desde la cima de su precioso amanecer. 

¡Nos pareció el momento idóneo para vivir la experiencia ‘Cápsula’!

Ahora os narro un poco como fue para mí:

Cuando llegamos al hotel, subimos en el ascensor y fuimos a hacer el Check-in.

Nada más entrar, el personal de recepción nos indica que debemos entrar SIN zapatos, así que en la entrada dejamos nuestras deportivas y llegamos al mostrador caminando con nuestros calcetines.

El personal del hotel nos atendió en un inglés muy correcto y explicándonos todo, nos dio una llave para poder hacer uso de una taquilla personal dónde poder dejar el calzado. También nos entregó un papel con todas las indicaciones necesarias para el uso de las instalaciones, la clave de la wifi, una llave enganchada a una pulsera elástica con el nº de cápsula y un código de acceso que abre la puerta de entrada a la planta de chicas (no vaya a ser que se cuele alguien que no debe).

Nos montamos nuevamente en el ascensor, y cada uno a su planta…

Una vez en la 8ª (la planta destinada para el alojamiento de personal femenino), me encontré un montón de pasillos llenos de cápsulas a 2 alturas. Cada cual con su número.

Para comprobar dónde se encontraba la mía, consulté con un mapa de la planta con el que me topé nada más entrar. También puede fijarme, en el mismo mapa, dónde se encontraba la zona de duchas y la de taquillas.

Mi siguiente paso fue llevar la maleta a la zona de taquillas. Se trata de un espacio muy amplio, lleno de grandes taquillas en las que, sin problemas, entraría mi Samsonite.

¿Cuál era mi taquilla?

Pues la que tenía el mismo número que la cápsula que sería mi lugar de descanso esa noche: la ‘8167’.

Al abrir la puertecilla de la misma, me encontré un pijama, toallas y unas zapatillas.

Ubicada la maleta, el siguiente paso fue buscar la cápsula.

Un paseo por los pasillos y….

¡Bingo! ¡Localizada!

¡Me tocó una situada en la parte alta!

Para entrar, había que subir por una escalerita y trepar un poquito. Una vez dentro, el primer vistazo y la primera toma de contacto.

La sensación fue agradable.

El espacio estaba muy bien aprovechado. En el interior disponía de un cómodo futón, televisión, clavijas para poder poner a cargar el móvil, una alarma despertador, una pequeña repisa y una cortinilla que poder bajar y preservar cierta intimidad.

Quiero hacer especial mención a la cortinilla porque yo me la imaginaba algo más firme y con capacidad para evitar que el ruido exterior se notase, y no fue así. En realidad es de una especie de tela/papel de poco grosor, que deja pasar todos los ruidos de alrededor. Si eres de sueño ligero, más vale que te pongas unos tapones en los oídos (y aunque seas de sueño inquebrantable -ya verás más adelante el motivo-  también úsalos). 

Siguiente paso: Ducha

Había que salir del nido cargando con el pijama, las toallas y el neceser, bajar la escalera, ponerse las zapatillas y dirigirse al baño común.

Para mi sorpresa se trataba de un espacio muy amplio, con numerosos wc, vestuarios, duchas y además una zona de acicalamiento espléndida complementada con casi todo lo que puedas necesitar para tu atelier: cepillo y pasta dentífrica, espuma desmaquilladora, tónico, algodones, crema hidratante, secadores, espejos, etc…

¡Totalmente preparado para nosotras!

Salí de allí nueva y dispuesta a descansar a pierna suelta, ya que el cuerpo estaba cansadillo de tantas horas de avión.

¡Jajajaja!

De nuevo en mi nido, un rato de charla por whatsapp con mi marido (con el móvil sin volumen para no molestar a nadie), unos minutos de televisión japonesa, programo la alarma del móvil y…

¡A dormir!

Cómo la cápsula es cómoda, me quedé frita en medio minuto, pero…

Tres horas más tarde me desperté debido al trajín que tenían las demás huéspedes de la planta.

Una y otra vez me despertaba el sonido de la puerta corredera de la zona de duchas. A esto, además, se le unía el ruido casi constante de los secadores de pelo.

¡En fin!

De repente todo se convirtió en una verdadera condena.

Era curioso porque mis vecinas, hablar no hablaban, pero a todas horas podías escuchar sus pasos por los pasillos y el soniquete de subir y bajar las cortinillas.  

¡Un verdadero coñazo!

En definitiva:

¡La cápsula no es el problema!

Una vez dentro de ella, no hay sensación de claustrofobia ni de sentirse demasiado encerrado e incluso el sistema del futón es muy cómodo. Dentro de tu espacio, percibes privacidad aun estando rodeada de un montón de personas.

Lo verdaderamente desagradable es el trajín que se traen las usuarias de la planta.

¡No hay quien duerma profundamente!

Quizá la ubicación de mi cápsula no fuese la más idónea o la mejor, y otra situada a la otra punta de la zona de duchas no me hubiese generado tantos problemas para descansar, pero eso a día de hoy no lo sé. Lo que tengo verdaderamente claro, es que la experiencia no la repito.

Para que te hagas una idea un poco más visual, dejo varias fotos y un pequeño vídeo.

1.- Detalle del edificio en el que se encuentra ubicado el Shinjuku Kuyakushomae Hotel (新宿区役所前カプセルホテル)

2.-  Recepción del hotel. Al salir del ascensor, hay que dejar temporalmente el calzado en el suelo antes de subir el escalón y hacer el check-in, momento en que se recibe la llave de una taquilla.

3.-  Taquilla con el mismo número que la cápsula en la que uno se aloja.

4.-  Pasillo repleto de cápsulas a dos alturas.

5.- Cuarto de baño y duchas femenino.

6.-  Interior de la cápsula desde fuera y desde dentro:

Una vez que cierras la cortinilla, encuentras un espacio privado y cómodo, en el que poder ver un rato la programación japonesa.

Tengo que decir que el pijama que dejan a tu disposición es muy cómodo.

Si te apetece ver el vídeo, haz clic AQUI.

¡Me despido por hoy!

Espero que la entrada te sea de utilidad o interés. Agradecería tomases un minuto en valorarla poniendo unas cuantas estrellas ⭐⭐⭐⭐⭐.

 

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